En Recife, en el Arena de Pernambuco las selecciones de
Costa de Marfil y Japón cerraron la tercera jornada del Mundial con un
interesante partido de fútbol. El partido dejó la victoria Africana y cuatro
detalles que merecen ser contados.
Honda
El jugador del Milán hizo un gran partido y de hecho fue lo
único salvable de una decepcionante Japón. Se colocó por detrás del punta y
desde allí generó peligro, arrancó, corrió, dio pases, se movió y fue el activo
más alto que tuvo Japón. Gran nivel el desplegado por el del Milán.
Defensiva y recatada Japón
La selección nipona plantea un partido de meterse más atrás
de lo normal, ceder bastantes metros buscando que los 4 hombres rápidos de
Costa de marfil no tengan espacios por delante para correr. El repliegue se
basó en achicar metros, restar espacio entre líneas y meterse atrás. No se vió
a una Japón “normal” en este sentido. Equipo junto y organizado.
Toure Yaya y Aurier.
Los dos mejores de Costa de Marfil en el día de hoy. El
primero por su ofrecimiento, movilidad, despliegue y capacidad para venir a
recibir en todos los momentos. Era el capitán y hacía labor de capitán.
El segundo hizo un gran partido, su presentación al mundo.
Lateral por derecha, siempre ofensivo, siempre con recorrido. Veloz y potente.
Dos excelentes centros suyos permitieron a Bony y Gervinho rematar para firmar
la remontada Marfileña.
Entró Drogba, cambiaron a 4-2-4 y ganaron.
A mediado de la segunda mitad y con 0-1 para Japón, el
seleccionador Marfileño decidía meter a Didier Droba a la cancha quitando por
el Die. Esto generó un cambio de sistema que resultaría ganador. Se cambio a 4-2-4 con Yaya Toure de MC
llegador, y arriba Gervinho-Drogba-Bony-Kalou y a lo que le sumabas las
llegadas de los laterales que eran super profundos. Al final Bony y Gervinho
propiciaron con goles la remontada.
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