Intensidad. Ese concepto tan usado a lo largo de esta
temporada. Ya lo utilizaban otro muchos entrenadores, pero en España se ha
puesto tan de moda gracias al Cholo Simeone. El técnico argentino ha hecho que
sus jugadores corran durante todo el partido con unas ganas y una fuerza que
les ha hecho un equipo muy difícil de batir. Y esto es lo que le ha faltado hoy
a Croacia.
Kovač salió valiente. Puso un centro del campo de
creación pura, con Modrić – Rakitić y Kovačić por delante. Técnica y toque
de balón no les iba a faltar. Pero sí les faltaba un escudero. Alguien que les
guarde las espaldas, que haga la falta cuando sea necesario, y, sobre todo, que
les permita jugar el balón en posiciones más avanzadas.
Modrić – Rakitić empezaban las jugadas muy atrás. Más cerca
de su área que del centro del campo. Ahogados, además, por la presión
brasileña, Croacia se vio superada durante la mayoría de la primera parte por
Brasil.
Y ambos, tanto jugador del Madrid como el del Sevilla, no
tienen esa inteligencia táctica y agresividad defensiva para hacer una falta
necesaria. Prefieren hacerse con el balón antes que concederle un tiro libre al
rival. Así, rebote tras rebote, por querer hacerse con el balón y no la falta,
Brasil empató el partido.
Evidente también en el 3-1 definitivo. Rakitić tiene mucha
tranquilidad con el balón, y en una posición retrasada puede ser letal. De
manera dudosamente legal, perdió el balón en una zona en la que un medio
defensivo, siempre más alerta y conocedor que ahí no se puede dar una pérdida,
seguramente no lo hubiera permitido.
Abajo en el marcador, ambos jugadores llevaron la manija de
Croacia, adelantando metros y arrinconando a Brasil, creando ocasiones para el
empate. Jugando y combinando bastantes metros más arriba que en la primera
parte. Hoy, Rakitić y Modrić han echado de menos a Mbia y Alonso.
Por Fran Cuesta @FTEsp
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